Penny Dreadful - Si te gustó...
...literatura gótica, ambiente victoriano y, ¡COWBOYS (¿?)!
Penny Dreadful (John Logan, 2014-2016)
Relación con Drácula: incluye una adaptación bastante libre de la obra entre sus tramas principales, pues es un pastiche de toda la literatura de la época y estilo
Resumen: Una serie de personajes en el Londres victoriano tienen que luchar tanto contra demonios literales como internos, en ambos casos inspirados en una combinación de la literatura gótica clásica y los casos que solían discutir los infames (pero innegablemente entretenidos de leer a día de hoy) penny dreadfuls
(re)Revista a lo largo del tiempo mientras hacía ejercicio por las noches con mi madre.
¡SIN SPOILERS (fuertes), LO PROMETO!
Penny Dreadful es, a grandes rasgos, un Los Vengadores: Infinity War (Anthony & Joe Russo, 2018) para los fans de la literatura gótica que no tengan problemas con cierta libertad en la adaptación de sus textos favoritos. Es un verdadero buffet libre: Frankenstein o el Moderno Prometeo (Mary Shelley, 1818), El Retrato de Dorian Gray (Oscar Wilde, 1890), Drácula (Bram Stoker, 1897), el mito del hombre lobo, el concepto del aquelarre de brujas, posesiones demoniacas, sesiones de espiritismo, la alargada sombra de Jack el Destripador y otros asesinos de su tiempo, culebrones entre familias de bien con su buena represión sexual y manicomios de por medio… Incluso tenemos cierto africanismo cuestionable (y, por fortuna, criticado parcialmente por la propia narrativa) y, aquí es donde viene el punto clave para compararlo con la novela de Stoker, ¡se acuerda de que los westerns son contemporáneos a la mayoría de las aventuras de corte victoriano!
Además, a posteriori se les une La Novia de Frankenstein (James Whale, 1935) que, aunque sea una película derivada de una adaptación bastante poco fiel de la novela de Shelley, se ha convertido en un personaje de este elenco totalmente digno y (seguramente por todo lo que Whale puso de sí mismo y su otredad en ella) que se siente tan trágicamente modernista como el resto; y, junto a ella, la última adquisición de este grupo es una muy inteligente e original re-interpretación (el spoiler en el pie de página) de El Extraño Caso del Doctor Jekyll y Mister Hyde[1] (Robert Louis Stevenson, 1886).
Y, ¿recordáis cuando he dicho que son adaptaciones bastante libres? Pues a pesar de ello, con la excepción de Drácula -con la que se toma más libertades para poder construir en condiciones la trama principal en torno a ella-, seguramente en esta serie he visto las versiones audiovisuales más fieles a los personajes originales. A lo que se suma que muestra un verdadero interés en plasmar temas y tropos típicos de esta literatura y tiempo desde un genuino interés y, si se me permite, frikismo; lo cual al conjunto una honestidad y capacidad de ser disfrutado casi único en el género.
Ahora, ¿merece la pena, por méritos propios, Penny Dreadful? Por si no había quedado claro: sí, joder, SÍ. Son tres temporadas muy compactas (que deberían haber sido cuatro, y se nota el ritmo irregular de la última muy muy mucho), con una serie de directores especializados en el terror detrás de las cámaras que hace que, incluso en los momentos donde el guion flaquea, siga siendo gozoso de ver (dentro de la tragedia que es, por supuesto).
Pero no solo está la genialidad detrás de las cámaras (mencionar también la banda sonora, y lo bien que es usada en su introducción, entre otras cosas), sino delante de ellas; con este casting que se echa sobre los hombros unos papelones dignos de pasar a la historia y, en algunos casos particulares, el lograr el más que complicado objetivo de, en una obra que no es ni de lejos una adaptación directa de los textos originales, traer a la vida a algunos de los personajes más icónicos de la literatura gótica (y universal, en realidad). Especialmente Rory Kinnear [a muches os sonará por ser el Primer Ministro folla-cerdos del piloto de Black Mirror (Charlie Brooker, 2011-)] BRILLANTE como La Criatura de Frankenstein/John Clare[2] y Reeve Carney [este, para todo theatre kid en la audiencia, es el Orfeo original del OBC de Hadestown (Annaïs Mitchell 2016)], que resulta totalmente creíble como un ya curtido en su hedonismo Dorian Gray a pesar de su aspecto de, bueno, absoluto twink.
Ahora que estamos en materia de Dorian: incluso si todas las parejas principales en torno a las que se centran las tramas (con la excepción de Mina -sí, esa Mina- y Vanessa, porque no dejan mucha opción a como leer esa «amistad») son hombre-mujer (que no heterosexuales), esta serie es extremadamente queer y la mayoría de los personajes (tanto positivos como negativos) lo son de forma canónica, o están escritos y puestos en escena de tal manera que no queda otra interpretación posible (recordar que esta serie es de 2014, el hecho de que un personaje sáfico pudiera hacer algo más que morir de forma horrible en una serie que no girara en torno a la sexualidad no normativa en sí misma ya es para dar volteretas) y, lo que es aún más importante, no afecta a la trama principal.
La gente, simple y llanamente, no se termina de acoger a las normas de género y sexualidad impuestas y, si mueren, nunca será como castigo por ser unos, perdón por el término, «desviados».
Por supuesto, lo he dicho ya en varios ocasiones, pero hay algo que hay que tener en todo momento en mente: esto es una tragedia. Nadie entra aquí creyendo que va a acabar bien para nadie y, efectivamente, no lo hace. Por el camino se disfruta de set pieces de acción trepidantes, un romance principal que (personalmente) creo está a la altura de Jonathan y Mina y la exclusiva oportunidad de ver a Victor Frankenstein pagar por su hybris tal y como se merece. Por no hablar de que, seguramente, es de los pocos ejemplos de serie donde tanto personajes femeninos como masculinos tienen, en el momento en el que son más que figurantes, algo interesante que decir y un porqué son como son y hacen lo que hacen. Incluyendo algunos de los mejores monólogos que he visto nunca; sin aliento quédeme yo cada vez que Billie Piper va a dar una «turra».
Ah, y siguiendo la tradición de casi cualquier adaptación a la pantalla del Conde: un Drácula que está to’ bueno.
Y esto es todo. En resumen, una de mis series favoritas, perfecta si te gusta Drácula PERO te puedes olvidar de la fidelidad a la novela durante un rato. Ahora, algunos enlaces(ish) de interés:
· Dónde se puede ver Penny Dreadful (2014-2016) en España.
· Aunque lo bueno de que ya tenga cierto tiempo, es que se puede encontrar en internet con cierta facilidad para compra no abusiva.
· Por supuesto, siempre podéis usar sitios que para nada os recomiendo, que para nada es Pirate Bay y su cambiante dirección exacta que te sale con buscar en Google.
· Y, aunque no me gusta demasiado hacerlo así porque en cualquier momento te la tiran, puede que ande por aquí…
[1] Aunque Henry sí está investigando como separar el Bien del Mal en el ser humano, su identidad dual no tiene nada de antinatural: viene dada por ser hijo bastardo que, por falta de herederos legítimos, acaba heredando el título nobiliario de su padre. Por un lado está Henry Jekyll, que trata de ser un buen médico y tiene genuinas buenas intenciones; y por otro esta Lord Hyde, que es esta persona llena de rencor y rabia que, aunque no se llega a explorar en la serie (malditas cancelaciones) te dejan claro está dispuesto a abusar de este poder de formas que rozan, si no sobrepasan, lo monstruoso.
[2] Y puede que después interprete más personajes y esté igual de brillante