M.R. James - Si te gustó...
...el ambiente siniestro y cargado de Drácula, en el que muchas veces el protagonista/desgraciado principal que sufre simplemente «estaba allí»
Los relatos cortos (de fantasmas) de M.R. James (1862-1937)
Relación con Drácula: relatos de terror gótico que han asentado las bases de muchos tropos de Terror todavía explorados a día de hoy
Resumen: relatos de fantasmas en los que dichos espíritus varían en cuán literales son en adaptarse a dicho concepto (de árboles malditos a espíritus poseyendo una casa de muñecas)
Autor del que he releído cinco relatos antes de redactar esta recomendación, para refrescar mi memoria (junto a desayunos, sidra y tranvía ): El Conde Magnus, La Casa de Muñecas Embrujada, Silba y Acudiré, El Fresno y La Historia de una Desaparición y una Aparición.
¡SIN SPOILERS, LO PROMETO!
Técnicamente, ya había recomendado a Monty cuando hablé de Drag Me To Hell (Sam Raimi, 2009), pero estas son mis chapas y necesito reivindicar a un autor que, a pesar de su innegable influencia en el Terror, tan poco se le conoce aquí en la Península Ibérica. Al menos, en el mainstream[1].
Sus historias son perfectas para aquellas personas que disfruten sobretodo de esta primera parte de Drácula (Bram Stoker, 1897) en la que ahora nos encontramos: descripciones que mezclan lo casual con detalles extremadamente siniestros, elementos naturales rebelándose con acciones/voluntades sobrenaturales, narración por «documentos encontrados» (si bien aquí solía ser una excusa para luego poder narrarlas alrededor del fuego haciéndolas parecer medianamente verídicas,las ataduras que podría haber supuesto el tener que fingir haberlas sufrido uno mismo), ciertos protagonistas que caen más en el estereotipo del «curioso» y/o «currante con muy mala suerte» que genuinos héroes, ambientes fantasmagóricos y antiguos que claramente están mal aunque sea casi imposible describir un porqué concreto…
…y, por supuesto, tropos racistas historia sí, historia no (cuando hay suerte). A favor de James, decir que en su caso, a veces el racismo no va solo para pueblos oprimidos: en uno de sus relatos hasta los suizos reciben lo suyo -El Conde Magnus (1902-1904) que, así como dato, es de donde viene tanto el nombre de Magnus Bane en la saga de Cazadores de Sombras (Cassandra Clare) como el de Jonah Magnus en The Magnus Archives[2] (Jonathan Sims, 2016-2021)-. Y, no tengo pruebas, pero tampoco dudas (sobretodo con lo nerd que es mi ya-casi-colega Tamsyn) de que su Magnus en este universo de nigromancia siniestra que ha creado en La Tumba Sellada (Tamsyn Muir, 2019-?).
Además, siendo que una de las mayores problemáticas que puede presentar Drácula a la hora de su lectura es que, con el tipo de lenguaje usado su longitud es, cuanto menos, poco manejable…los relatos más largos de James no suelen ni llegar a las 20 páginas. Y, por supuesto, por mucho que su lenguaje siga siendo bastante florido (relatos como La Casa de Muñecas Embrujada (1925) se sustentan en sus descripciones para crear prácticamente la totalidad del horror que plantean), tiene que ir al grano por narices: son relatos cortos auto-conclusivos, después de todo.
Eso sí, hay algunos aspectos en los que, salvo excepcionales excepciones, puede sentirse algo «peor» que la novela que nos va a ocupar hasta noviembre: en la mayor parte de sus relatos, sus personajes femeninos no se saltan la norma de estereotipos con patas apenas dibujados que tan bien sobrepasan Lucy y Mina (aquí la mayor excepción a la regla sería El Fresno (1904), con una supuesta bruja que el relato no demonizada, a pesar de ser la antagonista vengativa del mismo) y, también en el ámbito de los personajes: son relatos muy funcionales en este departamento: lo importante es la historia corta que te están contando, sus protagonistas son…poco memorables cuanto menos (no así sus villanos, por supuesto).
Ahora, por sí solos: ¿por qué merece la pena como tal leer a Monty por el mero hecho de leer algo? Sencillo: si te va este estilo de literatura, es una maravilla y se centra en algunos aspectos del terror que tan fascinantes son como lo uncanny o esa curiosidad mal medida que sigues alimentando incluso cuando sabes que activamente te está matando.
Por supuesto, trataría de probar varios relatos, porque son lo bastante distintos entre sí como para que solo parte de ellos os «coincidan» con vuestros gustos; y, en caso de que ninguno lo haga, al menos trataría de acercarme a alguna de las adaptaciones clásicas que hizo la BBC. Son relativamente fieles e, igual con el cambio de formato, os son más asequibles y/o interesantes.
En resumidas cuentas: un autor muy recomendable en los fantasmas que comparten Sindicato de Monstruos del Gótico Literario con los vampiros.
Y esto es todo. Que conste que gran parte de este texto ha sido descartado por consistir en mí destripando los cinco relatos antes mencionados. A continuación, os dejo cosicas relacionadas:
· PDF muy legal de otro de sus relatos que he re-leído para este artículo: Una Advertencia a los Curiosos (1925)
· Y aquí en audio el ya mencionado Conde Magnus.

[1] Por favor, académicos, no me matéis si vosotres lo habéis estudiado hasta la saciedad.
[2] Podcast que, sinceramente, creo también es muy recomendable para cualquier fan del vampiro transilvano y tiene hasta un fan-doblaje internacional en español.