Drácula de Hacendado - Drácula 1931
Reseña de Drácula (Tod Browning, 1931) con respecto a Drácula (Bram Stoker, 1897)
Drácula (Tod Browning, 1931)
Adaptación: tiene cosillas bien tomadas, pero no está hecha para gente que quiera un mínimo de rigor en una adaptación
Obra como tal: una película genuinamente entretenida. Perfecta si eres fan del estilo de la Hammer (Monster-feature), si bien igual es demasiado camp según el gusto de cada cual…
Película revista para esta reseña junto con Jack Daniel’s Tennesse Apple[1]
SPOILERS AHEAD!
He aquí la primera adaptación que se hizo de la novela teniendo por fin los derechos sobre el texto y nombres originales. Aunque, claro, teniendo en cuenta que se desvirtuó a (casi) todo personaje de su personalidad original (e incluso de sus inter-relaciones)…mal augurio para la primera adaptación «abierta» de la novela de Stoker (spoiler: la cosa no va a ir a mejor con el paso del tiempo).
Dicho esto, Bela Lugosi sí que es Drácula o, más bien, quien Drácula pretende ser durante ciertas partes de la novela. Menos da una piedra (supongo).
Como ya he adelantado, la fidelidad es esta cinta es…cuestionable siendo generoso, muy generoso. Para empezar, abrimos con lo que en un principio parece un inicio muy fiel al original (con sus cosicas; como, por ejemplo, que las tabernas de la zona de los Cárpatos parece un pub británico en más de la mitad de los planos), hasta que nos enteramos de que estamos siguiendo a Renfield, no Jonathan.
Con esto, en realidad, no me parece que estén haciendo una mala adaptación: igualmente nos están enseñando quién es Drácula, su modus operandi y, queriendo mostrar una dinámica humano-vampiro diferente, han optado por darnos a un personaje con el que sí va a acabar teniendo esta relación humano-familiar incluso en la obra original. Aparte, se toman la molestia de recrear esa primera parte de la obra (la que estamos «retrasmitiendo» ahora mismo, vaya; pero con interacciones diferentes al tener, en efecto, a un personaje diferente para el que El Conde tiene un objetivo distinto.
Sé que es una opinión impopular, pero tomar una obra, modificar su trama/personajes pero logrando mantener esta coherencia de personajes y puntos clave (Drácula como un predador que quiere marchar a Inglaterra para convertirla en su nuevo patio de recreo, Renfield siendo su fiel y co-dependiente siervo, Drácula deteriorando paulatinamente al humano que le es «enviado» con motivos laborales…) es hacer una buena adaptación. Porque una buena adaptación no tiene por qué necesariamente ser igual que el original.
De hecho, ni siquiera esta primera parte está libre de «peros»; y sus problemas vienen por unos comportamientos del Conde que, si bien resultan fieles, son tan histriónicos que, traducidos a la pantalla y con un guion tan sutil como propaganda evangelista americana crean una sensación chirriante. En otras palabras: a veces, para adaptar bien, hay que alejarse del original.
Y, querida gentecilla lectora, hasta aquí todo lo medianamente bien adaptado de la cinta. A partir de este momento, una vez terminamos con las aventuras transilvanas de Renfield y Drácula (que me es imposible no leer como una rom-com tóxica y nadie me va a convencer de lo contrario; de nuevo, original fiel a lo que se puede intuir/sentir en el material de partida si tienes esas lentes puestas), todo parecido con Drácula (Bram Stoker, 1897) es mera casualidad.
El viaje de La Deméter carece de cualquier tipo de tensión, siendo una transición tan «transicional» que lo único que la salva de querer saltarla es, de nuevo, la dinámica entre Renfield y Drácula.
Y, tras esta secuencia, llega el insulto que es a los personajes originales la segunda mitad. Las mujeres están para ser una veleta que cambia de personalidad según los requerimientos de la trama, todos los hombres tienen la misma rasmia[2] que un leño de madera medio podrido y Van Helsing (sí, Van Helsing siempre es su propio género en lo que a mis reseñas de Drácula-ish respecta) es…cuanto menos curioso. Bueno, al menos, es un personaje y se mantiene consistente, por mucho que no se parezca casi nada al original y acabe teniendo más química con Mina que cualquiera de sus supuestos intereses amorosos (porque, de nuevo, Drácula aquí va a subyugar a Mina de forma romántica, por supuestísimo).
Por lo que respecta a la trama…esto es una película de villano guay tramando cosas cuestionables y grupo de sosias tratando de detenerle y tenemos que apoyarles porque, de nuevo, las intenciones de Drácula son de todo menos buenas. En resumen: viendo los segundos y tercer actos de la película, da la sensación de que leyeron un resumen del libro y ni se molestaron en abrirlo.
Ahora, sobre la película en sí misma: ¡qué película tan divertida y tan tonta por momentos, por favor! Los escenarios son, o bien tan costumbristas que casi esperas ver a alguien saliendo de mitad del set terminando de montar algo, o verdaderas exageraciones rozando el kirsch. Lugosi es un Drácula hiperbólico pero delicioso (pun intended) y todas las actrices en lo poco que les dejan saben sacar mucho jugo; pero ellos…he visto rocas que transmiten más[3].
Con la excepción de un muy solvente Edward Van Sloan como Van Helsing y, por supuestísimo…
…Dwight Frye como Renfield. Este hombre en esta película lo es TODO. Hace que su viaje a la locura, a pesar del poco metraje que genuinamente constituye, sea coherente; consigue que se intuyan matices en un personaje que se podía haber quedado fácilmente en el chiste (además, en el chiste poderosamente queercodeado de la peor forma posible) y cada escena que aparece DEVORA. Sinceramente, es carne para un Ru-Paul.
En lo que al resto de la película respecta, como ya he dicho, es una Monster feature muy solvente con todos los problemas esperables de su contexto histórico (los personajes femeninos mal escritos, los héroes excesivamente arquetípicos, los diálogos demasiado expositivos…). Personalmente, incluso si mi espíritu en esta reseña haya podido ser un poco-demasiado crítico, es porque la estoy tratando como adaptación, no como obra propia (que la tengo en DVD, hostias, me gusta MUCHISMO).
Lo único que voy a criticar de forma más «bestia» de la película como tal que no pueda ser excusado por ser una película de monstruos de los años treinta es su final: menudo coitus interruptus (se me olvida siempre que la veo y creo que me falta un cacho de película), que suerte que tiene secuela[4]…
Y, básicamente, esto ha sido todo (por ahora, que mira que no ha se ha exprimido en el celuloide la figura del chupasangres transilvano...). Os dejo con la disponibilidad y la versión en inglés mucho más reducida de mi opinión de la película (y con comentario chorras, à la los capítulos de Drácula normales):
· Disponibilidad actualmente de Drácula (1931)
· Si no, siempre quedará Internet Archive al rescate
· Mi Reseña en Letterboxd
[1] Venía de un cumpleaños y era dos de enero, tengo excusa (y que está que te cagas)
[2] Carácter, personalidad fuerte, capacidad y fuerza de voluntad para hacer las cosas que une se propone
[3] De hecho, si queda alguien en este planeta que no haya visto Todo a la Vez en Todas Partes (Daniels, 2022), ADELANTE
[4] Renfield (Chris McKay, 2023), próximamente en estas reseñas. Spoiler: la adoro.